Son hasta 400 episodios de convulsiones diarios los que sufre a sus 8 años Graciela Elizalde. Padece una forma grave de epilepsia y después de probar sin éxito decenas de tratamientos para combatirla, ahora tendrá uno nuevo gracias a la autorización de un juez: la marihuana.
Graciela, nacida en Monterrey, tiene el síndrome de Lennox-Gastaut, una forma grave de epilepsia que le causa constantemente convulsiones y espasmos difíciles de controlar, además de provocarle atraso en el desarrollo.
La pequeña ha sido sometida a decenas de tratamientos sin resultados. Incluso le practicaron una callosotomía, una operación en la que le cortaron tres cuartos del cuerpo calloso del cerebro, con el objetivo de controlar las crisis que padece.
Esperanza de vida. Según sus propias palabras, eso representa la marihuana para Verónica Valdés.
Verónica no es adicta. De hecho, comenzó a usar cannabis de manera sistemática hace poco más de un año, a los 45, y a través de infusiones con leche.
Fue porque en noviembre de 2013 le diagnosticaron un cáncer de mama bilateral muy agresivo. Le extirparon su seno derecho, parte del izquierdo y varios ganglios.
Pasó por 16 sesiones de quimioterapia y 33 de radioterapia. "No hay cuerpo que resista", le comenta a BBC Mundo.
Y justo cuando estaba terminando la primera etapa de la quimioterapia vio una noticia que le cambió, literalmente, la vida: una fundación junto con una municipalidad de la capital chilena lanzaban un proyecto pionero al plantar unas 750 plantas de cannabis para uso medicinal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario